1975 no fue un año cualquiera para la música. El rock británico vivía una explosión de bandas y de álbumes, la música disco aún en período embrionario daba a conocer productos como Boney M, la canción protesta y la balada se disputaban el mercado radial latinoamericano, y en el mundo de los negocios Jerry Masucci absorbía para Fania a los sellos latinos de Roulette, Tico y Alegre Records. Era ya el tiempo del boom de la salsa y todos los músicos afincados en Nueva York y San Juan grababan a diestra y siniestra, pero nadie como Richie Ray y Bobby Cruz. La Hora Faniática narra hoy como fue la elaboración de su peculiar álbum de estudio 1975.